Los días sombríos de nuestra vida – Dr. Charles Stanley
Si desea lo mejor de Dios y quiere que su vida deje huella, entonces puede esperar recorrer el camino de la adversidad. Dios utiliza estos momentos para ayudarnos a superar nuestras adversidades.
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locutor: En Contacto,
el ministerio de enseñanza
del Dr. Charles Stanley.
Alcanzamos al mundo
con el evangelio de Jesucristo
por medio de una enseñanza
bíblica sólida.
Hoy, en el programa
En Contacto,
«Los días sombríos
de nuestra vida».
Dr. Charles Stanley: Si
queremos lo mejor de Dios
para nuestra vida,
y que nuestra vida cuente,
sabemos que pasaremos por
la senda de adversidad.
Siempre está allí.
Es impresionante cómo Dios
usa las adversidades
en nuestra vida para moldearnos,
para equiparnos
para hacer lo que Él desea hacer
en y mediante nosotros
en la vida.
Al pensar en lo que
es la adversidad,
son esos días sombríos
en nuestra vida.
Cuando nos sentimos probados
y tentados.
Heridos y abusados,
deprimidos, preocupados,
ansiosos, apáticos, y en pecado.
Todas esas cosas
por las que pasamos.
Dolor y pérdida.
Son momentos sombríos
en nuestra vida y Dios
no promete que no los tendremos.
Sí los tendremos.
Lo que debemos preguntar es
¿cómo debemos responder a ellos?
La manera de reaccionar
se determina por varias cosas.
Una es la duración
de ese momento sombrío.
Alguien dirá: «Para mí
no ha sido un momento sombrío,
sino horas, días, semanas,
años sombríos».
Bueno, la pregunta es:
¿Por qué cree que Dios
ha permitido eso tanto tiempo
en su vida?
Y así quisiera llegar a uno
de los principios de la Biblia
que es un principio
por el cual opera Dios.
Y eso es cierto de cada uno
de estos principios.
Se lo daré a continuación
para que lo escriba
y no lo olvide porque estaremos
hablando de este tema.
Los momentos sombríos durarán
solo el tiempo necesario
para que Dios lleve a cabo
su propósito en nosotros.
Así que esos momentos
tienen un límite.
Tienen un propósito, y es
un propósito muy específico.
Durarán solo el tiempo necesario
para Dios lleve a cabo
su propósito.
Y no siempre conocemos
su propósito para nosotros,
entonces pensamos: «Dios, ¿por
qué permites que esto suceda?».
«Parece ser tan inútil
y absurdo.
No veo cuál sea
el motivo de esto.
Estoy sufriendo, siento dolor,
y tú permites que siga».
No lo vemos pero Dios
sí lo ve,
porque ve nuestra vida
de principio a fin.
Así, bueno que en este mensaje
quisiera ilustrar
esta verdad mediante
la vida de José.
Porque desde su adolescencia,
sus días sombríos comenzaron
en la adolescencia y duraron
13 años muy sombríos.
Así que lo invito a buscar
el libro de Génesis,
y vamos al capítulo 37.
Quisiera hablar un poco
del contexto de lo que sucedía
en su vida, para que veamos
cómo todo se relaciona.
Capítulo 37,
desde el versículo 1:
«Habitó Jacob en la tierra
donde había morado su padre,
en la tierra de Canaán.
«Esta es la historia
de la familia de Jacob:
Entonces comienza hablando
de José porque esta es
una historia impresionante.
Comienza así: «José, siendo
de edad de diecisiete años,
apacentaba las ovejas
con sus hermanos;
y el joven estaba con los hijos
de Bilha y con los hijos
de Zilpa, mujeres de su padre;
e informaba José a su padre
la mala fama de ellos.
» Y amaba Israel–»
Este es el otro nombre de Jacob.
«Y amaba Israel a José
más que a todos sus hijos,
porque lo había tenido
en su vejez;
y le hizo una túnica
de diversos colores.
También la conocemos
como la túnica multicolor.
«Y viendo sus hermanos que
su padre lo amaba más
que a todos sus hermanos,
le aborrecían,
y no podían hablarle
pacíficamente.
Quiere decir que vivía en
una atmósfera de puro odio.
Recuerde que eran
11 hermanos:
«Y soñó José un sueño,
y lo contó a sus hermanos;
y ellos llegaron a aborrecerle
más todavía.
«Y él les dijo: ‘Oíd ahora
este sueño que he soñado;
‘He aquí que atábamos manojos
en medio del campo,
y he aquí que mi manojo
se levantaba y estaba derecho,
y que vuestros manojos
estaban alrededor
y se inclinaban al mío’.
Yo creo que no les hubiera
contado esa parte.
Creo que no lo hubiese hecho.
«Le respondieron sus hermanos:
‘¿Reinarás tú sobre nosotros,
o señorearás sobre nosotros’
Y le aborrecieron aun más
a causa de sus sueños
y sus palabras.
«Soñó aun otro sueño,
y lo contó a sus hermanos,
diciendo: ‘He aquí que
he soñado otro sueño,
y he aquí que el sol y la luna
y once estrellas
se inclinaban a mí’.
«Y lo contó a su padre
y a sus hermanos;
y su padre le reprendió,
y le dijo:
‘¿Qué sueño
es este que soñaste?
¿Acaso vendremos yo y tu madre
y tus hermanos a postrarnos
en tierra ante ti?’
«Y sus hermanos
le tenían envidia,
mas su padre meditaba
en esto.
«Después fueron sus hermanos
a apacentar las ovejas
de su padre en Siquem.
«Y dijo Israel a José:’
Tus hermanos apacientan
las ovejas en Siquem:
ven, y te enviaré a ellos.
Y él respondió: ‘Heme aquí'».
Ese fue un viaje muy
desafortunado el que emprendió.
Lo que quisiera que veamos con
este contexto es lo siguiente,
este joven, desde los 17 años,
pasó por momentos
muy sombríos en su vida.
Quisiera que pensemos en la
clase de momentos que él pasó,
dijimos que pueden ser momentos,
horas, lo que sea.
Primero que todo, creció en
un hogar donde lo odiaban.
Sus hermanos le tenían celos
porque su padre
mostraba favoritismo,
le hizo una túnica multicolor.
Era el preferido de su padre,
no era su culpa.
¡Lo odiaban!
Dice 3 veces que lo odiaban.
Estaban celosos y lo odiaban.
El entorno en el cual creció
era un ambiente de puro rechazo.
Así que va a ver a sus hermanos
y ellos dicen:
«Estamos cansados de él.
Deshagámonos de él»;
y deciden matarlo.
Dicen: «Lo mataremos,
luego derramaremos la sangre
de un animal y la pondremos
en su túnica de muchos colores,
y la llevaremos a nuestro padre
y le diremos
que una bestia lo mató».
¿Qué hicieron?
Lo echaron en una cisterna.
Allí se quedó un rato,
no mucho tiempo.
Luego pasó una caravana
y pensaron:
«¿Por qué no lo vendemos?
Más vale ganar algo
de dinero por él.
Vendámoslo a esos mercaderes».
Así lo vendieron
a esa caravana ahora.
Sus hermanos lo odiaban, luego
lo separaron de sus padres,
ahora iba camino a un lugar
desconocido.
Cada vez más se alejaba
de su hogar,
y se sentía aún más solo,
y más rechazado,
cada vez más rechazado,
sin duda más y más temeroso,
sin saber qué le sucedería.
Así que al llegar a Egipto,
los mercaderes lo ponen
en venta y lo venden
como esclavo.
Y sucedió que
por la gracia de Dios,
lo compró Potifar, el capitán
de la guardia de Faraón.
Lo llevó a casa como esclavo.
Naturalmente comenzó con el
trabajo pesado que debe hacer.
Tal vez pensando en
la túnica multicolor que tenía,
y cómo sus padres
cuidaban bien de él.
Ahora limpiaba pisos,
y hacía el trabajo pesado.
Pero lo hacía muy bien,
y después de un tiempo,
Potifar lo observó y pensó:
«Él es muy disciplinado
en lo que hace.
No se queja, qué tiene
de especial este joven?
Así que después de un período
de tiempo, pone su casa,
toda su casa bajo la autoridad
de José.
Él cuidaba todo.
Todas las cosas las dejó
en sus manos.
Pero José se esmeraba.
La Biblia dice que fue todo
un éxito con Potifar.
Pero era un joven muy apuesto.
Entonces la esposa de Potifar
comienza a fijarse en él,
y a codiciarlo y hace todo
lo posible por seducirlo.
Pero él no se deja.
Y responde: «¿Cómo podría
hacer eso si su esposo
me ha entregado, encargado todo
en su casa y confía en mí?».
Y le dije: «¡No!».
Pero ella lo engaña,
y le tiende una trampa.
¿Qué sucede cuando ella
le cuenta a su esposo?
Naturalmente él le cree a ella.
Aunque pienso que tal vez tuvo
alguna duda porque si ella fue
así con José, lo más probable
es que buscaba a otros también,
pero eso no es relevante.
Y Potifar no pudo hacer nada,
sino encarcelarlo.
Pensando en esto.
Lo mandan a la cárcel, el jefe,
el capitán de la guardia
de Faraón y va a la cárcel
como un criminal
por tratar de seducir
a la esposa del capitán.
Está en la cárcel y sabe
que será olvidado.
Encarcelado.
¿Por cuánto tiempo estuvo
en la casa de Potifar?
No sabemos.
¿Cuánto tiempo estuvo preso?
No sabemos.
Pero una cosa es segura,
no es, es la cárcel,
pero otro pasaje dice que estaba
en cadenas con grillos
en sus pies.
Imagínese cómo lo trataban
cuando llegó a la cárcel:
«Canalla, criminal».
Imagínese la clase de angustia
por la que pasó.
Pero, a pesar de todo eso,
después de un período de tiempo,
el jefe de la cárcel lo observa,
lo observa,
y nota su actitud y su reacción.
Y al poco tiempo lo pone a cargo
de la cárcel.
Así que dondequiera
que José iba,
era un éxito en todo
lo que hacía.
Alguien dirá: «Bueno,
eso no estaría mal».
Pero un momento,
esta en la cárcel.
Bueno, es decir, en un calabozo,
un lugar indeseable.
Luego el copero y el panadero
son encarcelados.
El copero y el panadero
de Faraón van a la cárcel.
Cada uno tuvo un sueño
y comienzan a hablar.
José les dice: «Permítanme
interpretar esos sueños».
Entonces interpreta los sueños,
que uno de ellos
sería restituido
y el otro decapitado.
El copero sería restituido,
y el panadero sería decapitado.
Así mismo sucedió.
Entonces José le dijo al copero:
«Cuando regreses,
menciona a Faraón dijo,
que interpreté este sueño
y recuérdame».
Le contestó: «Seguro lo haré».
Pero lo olvidó.
¿Cuánto tiempo pasó?
Tal vez un par de años.
Pero el tiempo de Dios así es
que un día en la cárcel alguien
se le acerca y le dice:
«Tienes que afeitarte y tenemos
un cambio de ropa nueva para ti,
ropa limpia, sígueme».
¿De qué se trataba todo eso?
Usualmente para ejecutar
a la gente no le hacían
vestir ropa limpia.
Él no tenía idea de
lo que estaba sucediendo.
Lo llevaron a Faraón.
Y conocemos el resto
de la historia.
Faraón le dice: «Tuve estos
sueños y me han dicho
que interpretas sueños».
Era el sueño de los 7 años de
abundancia y los 7 de hambre.
José interpretó el sueño de
una manera tan impactante
que Faraón, siendo José hebreo
joven hasta cierto punto,
ya tenía unos 30 años y había
vivido como esclavo,
pasó su vida preso como
un criminal quien fue
encarcelado por tratar de
seducir a la esposa de Potifar.
¡No tenía nada a su favor!
Pero Faraón le dijo:
«No he hallado esta sabiduría
en ningún lado».
«Estás a cargo,
segundo en mando,
lo que digas se hará.
Así que te nombro
primer ministro».
Lo que José decía en Egipto,
se hacía.
Pero por 13 años, vivió una
experiencia sombría tras otra.
Días sombríos.
Pruebas y adversidad.
La mayoría pensaría:
«Bueno pareciera que Dios
pudo haber resuelto todo
en un par de años».
No.
Hay algo importante que no
queremos perder de vista.
Tomó 13 años.
Ahora, quizás muchos estamos
pasando por esos días sombríos
en nuestras vidas sentimos.
Y tenemos las mismas
preguntas que tuvo él:
«Dios, ¿por qué me permites
que esto me pase?
«He sido cristiano
desde hace tiempo.
Trato de hacer lo correcto.
He tratado de obedecerte».
O tal vez digamos: «Señor,
sé que no he sido
lo que debiera ser».
«Sé que me he descarriado,
sé que me alejado de ti».
Quizás lo expresemos
de otra forma,
pero son las mismas dudas.
¿Por qué Dios permite
esas cosas en mi vida?
Así que, si está pasando por
uno de esos tiempos sombríos
en su vida, ahora,
mucha atención,
porque Dios tiene
una respuesta bíblica,
verdadera, y eterna
para todo eso.
Así que todos hemos pasado
por días sombríos en la vida.
A veces, pienso que quizás son
tan oscuros como una sombra.
Pero hay momentos que son
completamente negros
como la medianoche.
No vemos esperanza.
No sabemos cómo Dios
nos sacará de eso.
Nos preguntamos cuál es
el propósito de Dios
en esos momentos.
¿Cuál es el propósito de Dios
al permitir esos días sombríos,
esos valles de adversidad
por donde todos pasamos
en algún momento?
Mucha atención, Dios tenía
un propósito para José.
Sé que a algunas personas
les es difícil creer esto.
Dios tiene un propósito para
usted que es tan importante
para Dios como lo era el
propósito que tenía para José.
Usted dirá: «Pero mire todo
lo que hizo José».
El asunto es cómo nos ve Dios.
Dios nos ama a cada uno
de nosotros y tiene
un propósito para su vida.
Tenía un propósito para José.
Ese propósito lo vemos
claramente miles de años
después pero no fue así de claro
para José en aquel momento.
Dios tiene un propósito
para usted.
Si se pregunta cuál es
ese propósito, bien pensémoslo.
Entonces, al final de cuentas,
el propósito primordial de Dios
en nuestra vida, la razón por
la cual usa estos días sombríos,
es para conformarnos
a la imagen de Cristo.
Alguien dirá:
«No entiendo eso».
Lo que quiero decir es esto,
solo una cosa
nos puede satisfacer
y es que Cristo viva su vida
en y mediante la nuestra.
¡Solo eso!
Entonces al pensar
en el propósito que Dios
tiene para nuestras vidas,
unos de los asuntos
es la duración del tiempo
que Dios permite
que nos sucedan estas cosas.
Por ejemplo, con José,
entonces desde los 17 años,
aunque sus hermanos
lo odiaban desde pequeño,
pero a esa edad comienza
el relato bíblico de su vida.
Entonces, ¿cuánto duran
esos momentos sombríos?
Solo el tiempo necesario
para que Dios lleve a cabo
su propósito en nosotros.
¿Tengo algo que ver
con esa duración?
Sí tengo y usted también.
Si nos rebelamos contra esos
días sombríos lo único
que hacemos es prolongar la
duración de esos días sombríos,
o nos ponemos en una posición
en la cual Dios nos hace
a un lado y dice: «Has resuelto
que no te use, no te usaré».
Nuestra manera de reaccionar
es muy importante.
¡No desista!
Porque Dios no le abandonará
a usted.
Dios no nos abandonará,
pase lo que pase.
Entonces al ver la vida de José
y ver lo que él pasó,
cuánto duró, pienso en nuestros
momentos sombríos
y si duran 2 semanas
es terrible.
O un mes es horrible.
Pero lo que les hace difíciles
es cuando esos momentos sombríos
es cuando pareciera que nunca
terminarán y que durarán
el resto de nuestra vida,
que seremos penalizados
el resto de nuestra vida,
pareciera que nunca podremos
alcanzar esas metas,
todo pareciera verse
sin esperanzas.
Pero nunca estamos sin
esperanzas si tenemos a Dios.
Porque Dios nos ama y Dios
hará su voluntad en nuestra vida
de una u otra forma,
si confiamos en Él.
José debió haber sentido
todo lo que sentimos.
Incluso peor, porque él no tenía
el conocimiento de Cristo
que tenemos, pero sí sabía
que Jehová Dios,
el único Dios verdadero,
era su Dios y estaba consciente
de la presencia
de Dios en su vida.
Ahora, piense en dónde
se encuentra.
No sé lo que enfrenta.
Quizás sea un problema de salud,
algún conflicto de relación,
lo que sea.
Pero no culpe a Dios.
Preguntémosle: «Señor,
¿qué estás tratando de hacer
en mi vida?
Recordemos que uno de
los propósitos primordiales
es moldearnos al carácter
de Cristo.
Enseñarnos a confiar en Él,
a ser diligentes, perseverantes,
valientes, audaces,
a mantener nuestros ojos
en Él, a ser sensibles a Él,
íntegros, fieles, diligentes,
confiables y disciplinados
en nuestra vida.
Son los propósitos de Dios.
Al rendirnos a Él y dejar
que forme esas cosas
en nuestra vida, ¿qué pasa?
Mire, Dios usa en proporción
a nuestra disposición
a ser moldeados.
Entonces ¿quién lo determina?
Hasta cierto grado, nosotros.
Si tengo la disposición
de decir:
«Dios, no lo entiendo,
pero estoy dispuesto.
Si esto es necesario en mi vida
para prepararme para hacer
lo que quieres que haga.
estoy dispuesto».
Ahora, mucha atención a esto.
¿Queremos sobrevivir
a toda costa?
Hay varias cosas que son
muy importantes.
La primera es esta, y es,
que confiemos en Dios.
Si no confiamos en Dios
en los días sombríos,
no funcionará.
Confiar en Dios.
Número 2, para que eso suceda,
debemos leer la Biblia.
Debemos leer y meditar
en la Palabra de Dios.
Por esta razón,
al leer la Biblia, ¿qué ocurre?
El Espíritu de Dios programa
nuestra mente para pensar
como piensa Dios.
Mientras más tengamos la
Biblia en nuestra mente,
más pensaremos como Dios.
La oración y la lectura de la
Palabra de Dios son esenciales
al andar en días sombríos
y superarlos con victoria.
Esa es la verdad lo que queremos
grabar en nuestra mente.
¿Cómo piensa Dios?
¿Cómo actúa?
¿Cómo encajo en su plan?
Para sobrevivir los días
sombríos hay que leer la Biblia,
hablar con Dios,
y escucharlo, es decir,
eso toma tiempo.
Dios no está en nuestra agenda.
Estamos en la suya.
Para andar en los días sombríos
debemos andar de rodillas,
en la Palabra de Dios,
escuchándolo,
tomando tiempo para permitirle
fijar en nuestra mente
y corazón lo que Él tiene
en mente
en cuanto a nuestra
situación individual.
¿Nos dirigirá?
¿Nos guardará?
¿Nos guiará?
¿Nos protegerá?
¡Claro que sí!
¿Cuál es la conclusión?
Pensamos que los días
sombríos son malos.
No siempre.
Mire, si Dios permite que vengan
días sombríos a nuestra vida
no es por que algo que hicimos,
mucha atención,
Dios tiene algo en mente
que nunca entenderemos
hasta que Él lo resuelva.
No queremos arriesgarnos
a perder lo que Dios tiene
en mente.
Hay que confiar en Dios.
Entonces.
¿Qué crea esa confianza?
La Palabra de Dios, la oración,
la obediencia a lo que Él dice
y así el nivel
de confianza aumenta, aumenta.
Dios hará en nosotros
lo que nunca soñamos,
si confiamos en Él en esos
días sombríos.
Padre, cuánto agradecemos
que sabes cómo cambiar
un día sombrío en luz radiante,
cuando comienzas a cumplir
tu voluntad en nosotros.
Que tu Espíritu Santo tome
este mensaje de esperanza
y seguridad, que toda persona
que lo escuche esté dispuesta
a poner su confianza en ti,
pase lo que pase,
y que vea las maravillas
que haces en su vida.
En el nombre de Jesús, amén.
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