La paciencia es una virtud que todos estimamos, al menos, hasta que nos llega el momento de ponerla en práctica.
En este mensaje, el Dr. Stanley presenta de una manera clara que la paciencia es indispensable para poder obedecer a Dios y recibir lo mejor que tiene para nosotros. Puede parecer penoso esperar en el Señor, pero Él dijo que eso es justo lo que renovará nuestras fuerzas (Is 40.31).