Amistades en dificultades – Dr. Charles Stanley

Nuestro activo más valioso, después de la amistad con Dios, es nuestra relación con las personas que nos rodean. Descubra cómo elegir a sus amigos, los componentes básicos de la amistad y cómo reconstruir las amistades.

Vivimos des conectados y
aislados,

pero cuán diferente sería
todo si nos diéramos a conocer

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estudio“Completamente

humano”y ¡restauresus relaciones

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Locutor: En Contacto
con el Dr. Charles Stanley

celebra 45 años
de la fidelidad de Dios

y de llevar el mensaje del
evangelio alrededor del mundo.

Hoy en el programa En contacto,
«Amistades en dificultades»

Dr. Charles Stanley: Cuando
piensa en sus recursos,

¿qué es lo primero que
le viene a la mente?

Para la mayoría, lo primero
en lo que piensa son cosas

como sus finanzas
y sus posesiones.

Pero en segundo lugar,
después de su amistad con Dios,

sus amigos son el más valioso
recurso que tiene en la vida.

Porque verá, un amigo
es un tesoro.

Un amigo es alguien que lo ama.

Un amigo es alguien que lo ama
cuando no es muy amoroso.

Un amigo es alguien que
lo sostendrá cuando caiga.

Alguien que va a aceptar lo peor
de usted y lo ayudará

a convertirse en lo mejor
que pueda ser.

Un amigo es alguien con quien
comparte experiencias profundas

de su vida cada día,
si lo desea.

Un amigo es alguien que
cuando todos lo abandonan,

él aún sigue en pie ahí,
a su lado.

Y eso hace que las amistades
sean muy, muy valiosas.

Leí algo el otro día,
para mí muy interesante,

porque describe muchas veces
algo que solemos olvidar y es,

aquí dice: «Haz nuevos amigos
pero mantén los viejos,

unos son plata y los otros
son oro».

Y al pensar en amigos y cuánto
nos lleva desarrollar amistades

agradables a Dios,
amistades genuinas y duraderas,

se toma un tiempo.

Y por ende, si tarde en la
vida empieza a tener amigos,

no le queda mucho tiempo para
disfrutarlos ni a ellos tampoco.

Y por eso debemos cuidar
bien nuestras amistades.

Debemos cuidarlas porque
la verdad es que

un verdadero amigo genuino
es un regalo de la misericordia

de Dios hacia nosotros.

Y además hay momentos en
los cuales nuestras amistades

tienen problemas.

Alguien los abandona
cuando lo necesitan.

O usted decide que no
puede seguir con esa amistad

y simplemente decide alejarse.

O quizá no valora lo suficiente
esa amistad.

Y, por lo tanto, como resultado,
la amistad se desintegra

y ellos siguen su camino
y usted el suyo.

No necesariamente
decide hacerlo, solo pasa,

pero pasa por algunas
razones específicas.

Y quisiera hablar en este
mensaje justo de esto:

le hablaré de los problemas que
surgen con nuestras amistades,

problemas
en nuestras relaciones.

Y le hablaré de amistades
en dificultades.

Acompáñeme a un solo versículo
de la Biblia por la sencilla

razón de que hay muchos
versículos de los cuales hablar

y quisiera que me acompañe
al capítulo 16 de Proverbios,

al versículo 28 y vea
lo que dice:

«El hombre perverso
levanta contienda,

y el chismoso aparta
a los mejores amigos».

Y muchas veces desarrollamos
amistades que no duran.

Queremos que duren,
pero no duran,

y hay algunas razones
muy específicas

por las cuales ellas no duran.

Bien, ¿por qué
dañar esta relación,

este compañerismo, esta amistad,
¿cómo se daña eso?

Bueno, pensemos en
cómo puede dañarla.

Y la dañamos en formas que quizá
ni siquiera nos demos cuenta.

Y la primera forma en que
dañamos es esta: el egoísmo.

Cuando siempre busco
algo que me favorezca a mí,

qué puedo recibir, qué
puede hacer él o ella por mí,

en vez de ¿qué puedo hacer
por ellos?

Mire, si quiere decidir
si ama a alguien o no,

formúlese esta pregunta;
¿Les pregunto con frecuencia

qué pueden hacer por mí, cómo
llenarán mi necesidad o estoy

principalmente interesado en
cómo satisfacer su necesidad,

hacerlos felices, y, ayudarlos
en su relación con el Señor

o con otra gente?

Así que egoísmo.

¿Quiere dañar su relación?

Agréguelo.

Número 2, es la manipulación.

La manipulación es solo
otra palabra para control.

Y alguien que trata de controlar
a la otra persona todo

el tiempo, no puede forjar,
mire, eso dañará una amistad

como no se imagina.

A nadie le gusta
que lo manipulen,

que lo controlen
disimuladamente,

o que indirectamente
lo controlen.

Las personas pueden controlarse
por manipulación

con las finanzas, ah también,
menospreciándolas o pueden

manipularlas de otras formas.

Puede manipular
a la gente sexualmente.

Puede negarle el sexo
a su pareja matrimonial,

manipularlo para que haga
algo por usted,

lo cual es un modo cruel
de tratar de gobernar

o controlar la vida de otro.

Hay montones de formas
para manipular a alguien.

Eso daña una relación.

Luego, claro, están los celos.

¿Quiere dañar su amistad?

Los celos dicen: voy a aferrarme
con fuerza a lo que es mío

y no quiero nada que parezca
que se entrometerá.

Bueno, si ama a alguien y tiene
una amistad genuina,

no hablo de parejas
matrimoniales ahora o gente

que tiene una relación,
se van a casar y demás.

Estamos hablando de
verdaderos amigos íntimos,

otro tipo de amigos.

Así, si es el tipo de persona
que no soporta que nadie parezca

que va a ser amigo de su amigo,
eso destruirá completamente

una relación y una amistad.

Así que los celos no funcionan.

Son muy dañinos.

Luego está la crítica.

¿Quiere destruir una amistad?

Encienda sus antenas para
buscar todo lo que pueda que

le desagrada en la otra persona,
cómo se visten,

cómo se ven, cómo hablan.

Busque las formas en que no,
no están a la altura

de su expectativa.

No hacen lo que usted quiere
que hagan.

Siempre llegan tarde o temprano
o cuesta mucho, cuesta muy poco.

Quieren esto y lo otro.

Es decir, ¿sabe qué?

¿quiere destruir una amistad?

Solo, solo entre en ese modo
crítico y «esto no funciona

y no estoy contento»
y los critica por esto.

¿Sabe qué pasa después
de un tiempo?

Se alejan.

¿Sabe por qué?
Porque no lo toleran.

Su amigo se irá.

Y si su amigo es crítico
con usted,

después de un tiempo,
usted piensa:

«Dios, no puedo, no lo necesito
y no puedo manejar esto más».

Un espíritu crítico es
absolutamente innecesario.

Si fuésemos perfectos,
está bien.

¿Hay un momento
para ser crítico?

Escuche con atención.

Hay momentos en los cuales
podemos ser críticos,

pero esa crítica debe
ser una crítica motivada,

escuche, motivada por un
amor genuino para ayudar.

Y yo tengo amigos que,
que son críticos conmigo.

Y lo abordan del modo correcto.

Está es la diferencia.

De esto trata
la naturaleza humana.

Si alguien viene a usted
con espíritu crítico,

no me refiero a eso,
digamos que critica

algo que ha hecho o dicho.

Si viene a usted del modo
correcto, lo puede tolerar.

Si dijeran: «Mira,
sabes que te amo mucho».

Mire, no diga: «Te amo mucho,
pero».

Saben lo que viene.

¿Y sabe qué pasa?

Se niegan a oír.

Si dice: «Realmente te amo
y hay algo que creo

que podría ayudarnos».

Ahora abrió la puerta,
ese es el modo de hacerlo.

Cuando piensa en toda esta idea,
esta es la forma de saber

si la crítica es buena o no.

Escuche atento.
Si me escucha diga ‘amén’.

La crítica es correcta cuando
puede herirlo mucho más profundo

criticar algo que él o ella hizo
o dijo o su actitud de lo que

lo hace, es decir, le duele más
a usted que a ellos.

Es decir, le duele mucho tener
que decir: «Eso estuvo mal.

Me lastimaste mucho».

Cuando le duele,
probablemente es correcto.

Cuando es algo que
simplemente no le gusta,

quizá tenga que pensar si
vale o no vale la pena decirlo.

Y mire, todos debemos
dejar pasar algunas cosas.

Si tiene que criticar todo
lo que ve en alguien

que no le agrada,
nunca tendrá amigos.

¡Déjelo pasar!
¿Qué diferencia hace?

Hágase la pregunta:
¿Eso es significativo?

¿O es insignificante?

¿Dijo que pasó una vez?

¿O es un hábito?

Si es un hábito,
lidiemos con eso.

Pero si es algo que no
le gusta en particular,

la crítica destruirá
absolutamente una relación.

Luego está la codicia.

Bien, la codicia y los celos
son muy diferentes.

Los celos dicen:

«Voy a aferrarme con fuerza
a lo que tengo».

No dejo acercar a nadie que se
vaya a meter en esta relación.

La codicia dice:
«Quiero lo que tienes».

¿Cómo desarrollar una amistad
con alguien que quiere

lo que usted tiene?

Bien, quizá digan: «Bueno,
sabe, sí, somos amigos»,

pero ellos quieren.

Es decir, puede ser que usted
tenga más bienes materiales

que ellos.

Su casa es más grande,
su auto mucho mejor.

O se viste mejor.

O tiene un mejor trabajo.

Ahora, esta amistad continúa y
todo el tiempo muy en el fondo,

no es solo que quieran
algo que es suyo.

Lo siguiente es que hay celos
y codicia, todo eso mezclado.

Así que lo que pasa es
que quieren lo que tiene.

Escuche con atención.

Cuando eso se sale de control
en la vida de algunos,

no quieren lo que tiene,
sino a usted.

Hay muchas personas que tienen
buenas relaciones al empezar.

Y hablo de hombres y mujeres.

Y luego, cuando el sexo
se convierte en un problema

en esa relación, esa relación
se echa a perder.

Por la simple razón de que el
sexo fuera del matrimonio

no incrementa, no edifica no
fortalece una relación íntima.

No puede añadir nada a su
vida que no sea de Dios,

que edifique y fortalezca
la relación.

Y la gente dice:
«Oh, todo es tan fantástico»

y de repente algo pasa.

O por un período de tiempo
algo pasa.

Por eso hay tanta gente ocupada
juntos y lo demás y esto

y lo otro, y luego
se meten en eso.

Y luego piensan: «No entiendo
qué pasó en nuestra relación».

Resulta que violó un principio
muy específico de Dios.

Y cuando lo hace,
cuando codicia,

alguien o algo que es santo y
sagrado que no debería tener

en ese punto de su vida,
destruye la relación.

Luego hay tan solo absoluta
y pura deshonestidad.

No puede confiar en ellos.

No puede tener una relación
con alguien en quien no confía.

No funciona.

Debe confiar en ellos.
La gente se equivoca.

Si están dispuestos
a afrontarlo,

«sí, tienes la razón, te mentí.

Fui débil en ese momento.

O tenía miedo» o lo que sea.

Por lo menos trátelo,
admítalo, confiéselo,

arrepiéntase, diga:
«Por favor, perdóname».

Ya sabe, «ayúdame a entender».

«Yo, sabes» O puede ser que
no tuviera la intención

de decir algo pero lo hizo.

Pero si es intencional,
es deshonestidad.

Destruye la relación.

Así que digamos que ha dañado
la relación que realmente

y ciertamente valora.

Ahora, ¿cómo la repara?

¿Cómo la sana?

¿Cómo vuelve a recuperarla?

¿Cómo junta de nuevo las piezas?

¿Cómo hay sanidad y repara
y rescata esta obstruida,

rota, dañada relación
que realmente valora?

¿Cómo podrá recuperarla?

Quisiera darles una lista de
cosas para pensar y considerar.

Y luego deben aplicarlas de
la manera que les parezca bien

en su vida con la persona
que es su amigo y quizá,

quizá esa amistad no, quizá
no está rota pero sí dañada.

Está verdaderamente rota.

Quizá no haya ido tan lejos,
pero va en esa dirección.

Dijimos desde el principio,
quizá tenga relaciones

de las que necesite alejarse
porque sabe que lo llevarán

por la dirección equivocada.

Así que no hablo de eso.

Hablamos de esas relaciones que
han sido dañadas de algún modo.

Pensemos en ellas.
¿Cómo, cómo lo maneja?

Lo primero que hace
es esto: Lo aborda.

Le dice a su amigo:
«Hay algo en nuestra relación

que no está bien».

Quizá algo que hice o quizá
algo que malinterpreté,

pero creo que hay
un problema y me gustaría

que lo enfrentemos
y lo solucionemos

yo estoy dispuesto
a hacer esto».

Lo segundo es determinar
qué pasó.

¿Qué pasó en esta relación?

¿Qué se dijo?

¿Qué se creía?

¿Qué se entendió
o no se entendió?

¿Qué hice yo?

¿O qué hizo él o ella?

Es decir, determina ¿qué es?

¿Dónde y cuándo?

¿Qué hizo que se malograra
cuando iba tan bien?

Lo tercero por hacer es esto.

Disculparse.

Dice: «Suponga que
no es mi culpa».

Ese no es el tema.

Porque, escuche, si la, si la
amistad vale la pena salvar,

vale la pena asumir
la responsabilidad,

cualquier responsabilidad
que tenga.

Quizá dice fue la culpa
del otro.

Le hago una pregunta.

Si ama a alguien,
verdaderamente ama a alguien,

¿hace una diferencia
de quién es la culpa?

En verdad no.

Si quiere arreglarlo,
asuma la responsabilidad.

Muy importante.

Dice: «¿Sabes qué?

Quiero disculparme porque seguro
hice algo que causó esto».

Bien, si es algo que hizo
la otra persona y no fue

culpa suya, aún está ganando.

¿Qué está haciendo?

Asume la responsabilidad
porque lo que dice es:

«Esta relación y esta amistad
son muy importantes para mí,

¿Sabes qué?

Estoy dispuesto a echarme
la culpa,

y estoy dispuesto
a tomar la disciplina».

Porque, esta, esta relación,
¿sabe qué es eso?

Lo llama amor incondicional.

Así lo llama.

Está dispuesto a aceptarlo,
sin importar si lo merece o no,

ese no es el tema.

Y le dice a esa persona:
«Me disculpo.

Lo siento mucho».

Y lo siguiente que hace,
que recuerda es:

se niega a culpar y se niega
a defenderse.

Alguien dice: «Hiciste esto».

Yo no hice nada parecido.

¿Cuál es la meta?

¿La meta es tener razón
o conquistar al otro?

¿Es tener razón o salvar
la relación?

Si no me importa
nada la relación, yo digo:

«¿Sabes qué?
Simplemente no ves lo que haces.

Eso es lo que hiciste.

Solo, solo proyectas
en mí lo que piensas.

Eso no es cierto» ¿Y saben qué?

Esto es lo que causa,
este es el comienzo

de los compañerismos,
relaciones,

amistades y matrimonios
que se echan a perder.

«Ah, no es mi culpa,
es tu culpa, hmm-hmm-hmm»,

y sigue y sigue, y ¿qué pasa?

En poco tiempo han dañado
tanto su relación

que alguien decide irse.

Lo que debe estar dispuesto
a decir es: «¿Sabes qué?

Cualquiera que sea mi parte,
quiero disculparme».

Y así, se niega a defenderse.

Y luego esto es lo que hará.

Hablamos de salvar una amistad,
una relación.

Usted dice: «¿Qué puedo hacer
para reparar esto?

¿Qué puedo hacer,
dime algo que pueda hacer

para ayudar
en esta relación.

Lo que se requiera,
estoy dispuesto».

Entonces pide una sugerencia
de cómo se puede reparar.

¿Que necesito hacer?

Y luego lo siguiente por hacer
es un compromiso.

Dice: «Me comprometo
a reconstruir este compañerismo,

esta relación, esta amistad.

Estoy comprometido,
cueste lo que cueste,

yo estoy dispuesto».

La otra persona podría decir:

«Estoy agotado, no me importa
esta relación para nada.

Me voy».

No puede hacer que lo ame
alguien que no lo ama.

No puede hacer que alguien sea
su amigo si no quiere serlo.

No puede hacer que alguien tenga
el tipo de relación

que usted desea, a menos que
el otro lo elija.

Lo que pasa es que asume
esa responsabilidad,

dice: «Me comprometo contigo.

Quiero ser tu amigo,
amo nuestra amistad,

amo nuestra relación.

Me ayuda mucho,
es muy significativa.

Creo que estoy más
cerca de Dios por ella.

A veces me das la sabiduría
que necesito».

Cueste lo que cueste,
tiene que resolver esto:

¿Esta amistad vale lo que me
va a costar repararla?

Si no es así, solo
son palabras vacías.

Si es así, pagará el precio.

Bien, una vez que
llegó hasta aquí,

quisiera darle 4 preguntas
que será bueno que se formule,

si en verdad quiere salvar esta,
esta amistad.

Hay 4 preguntas que me
gustaría sugerirle que haga.

La primera es esta.

Y esto es muy, muy,
muy importante.

Le pregunto, si me escucha diga
‘amén’.

Muy bien, aquí está
la primera pregunta.

¿Estoy proyectando en mi amigo
algo que pasó en mi pasado?

Digamos que en algún lugar
de su pasado,

fue profunda y duramente herido.

Y quizá fue una mujer
en su vida,

o quizá una amistad o relación,
alguien a quien amaba profunda

y rotundamente,
y lo traicionaron.

Le fueron desleales.

Fueron deshonestos con usted.

Y se alejó y pensaba que esa
persona era uno de los amigos

más queridos que tenía.

¿Qué hace una persona
natural y normalmente?

Comienza a establecer
sus defensas.

Y erigen sus defensas para
que eso no suceda otra vez.

Y por lo tanto si alguien viene
y usted comienza a acercarse

a esa persona, y comienza
a entenderla.

Y casi de inmediato critica algo
en la vida de la otra persona.

Y ah, es muy real para usted,
es muy real.

Y no se da cuenta de que hace
esto: por las heridas del pasado

usted toma sus experiencias
emocionales pasadas

y las proyecta
en la otra persona,

sin siquiera darse cuenta
de que usted los está culpando

por algo que alguien más le hizo
años y años y años atrás.

Esto es muy común
y tan destructivo

que es absolutamente increíble.

Proyección.

Y para todos hay gente
que nos ha hecho eso.

Y ciertamente me lo han hecho.

La gente dice, señalan un punto
crítico sobre algo

y lo que dicen es, cuando
alguien proyecta algo sobre mí,

esto es lo que sé.

Cuando proyectan algo
sobre mí o sobre usted,

lo que han hecho
revela lo que piensan.

Y muchas veces revelan
algo sobre sí mismos.

Y es algo que no puede
ser tan bueno sobre ellos.

Es fácil proyectar
en alguien más.

Y lo que en verdad dice es: «Eso
es lo que haría si estuviera

en la situación, de él
o de ella tal cual».

Y lo que hace es proyectar
en ellos algo que quizá

no es cierto.

Tal vez a 1000 kilómetros
de la verdad.

Cuando proyecta en un amigo,
algo de su pasado,

algo profundo en su interior.

Quizá haya sido herido,
puede ser una de muchas cosas.

Y lo que pasa es que destruirá
esa amistad.

Si quiere recuperar esa amistad,
debe dejar atrás el pasado.

Segunda pregunta que debe
hacerse es esta:

¿Tengo demasiado miedo de tener
una relación cercana

con alguien?

Es decir, el problema en
mi amistad es que esa persona

se está acercando y me siento
incómodo con esto.

Es decir, debo tener
mucho espacio.

Dame espacio.

Bien, una cosa es asfixiar
a alguien y ser posesivo

con ellos.

No querrá asfixiarlos.

Pero es la verdad que cuando esa
persona comienza a acercarse

a usted, algo dentro,
ni siquiera sabe qué es,

algo dentro tan solo se levanta
y usted se cierra y dice:

«Mmm-mmm-mmm-mmm,
no puedo manejarlo».

¿Qué no puede manejar?

«Simplemente no puedo».

Lo que pasa es que tiene este
mecanismo de defensa porque

tiene miedo de tener una
relación íntima con alguien más

porque lo lastimaron y dijo
que no lo lastimarían nunca más,

sin importar lo que pasara.

Le diré una palabra.

Y es algo que se ha dicho quizá
desde hace 1000 años,

pero es verdad.

Es mucho mejor haber amado y
perderlo que nunca haber amado.

Es mejor tener un gran amigo y
perderlo que nunca haber tenido

una amistad.

Si es de esas personas que está
tan decidida a no ser lastimada

en la vida, le esperan muchas
decepciones porque se va

a lastimar una y otra
y otra y otra vez.

Y la diferencia entre usted y
alguien que tiene un buen amigo,

es que él tiene a alguien con
quien compartir ese dolor

y usted se lo guarda.

Se lo reserva todo.
No tiene con quién hablar.

Así que debe hacerse
la pregunta: ¿mi problema

en mi amistad es el hecho
de que tengo mucho miedo,

mucho miedo para tener
una relación íntima cercana?

Bien, lo mismo es cierto para
hombres y mujeres.

Así, en ocasiones, las mujeres
tienen quizá más relaciones

cercanas que los hombres
y de algún modo,

ya sabe, los hombres,
solo, no quiero decir mucho,

son este macho, fuerte,
¿sabe qué?

Nada de eso es bíblico.

No es cierto,
no hay nada de eso.

Excepto que dañará
sus relaciones.

Luego debe hacerse
otra pregunta.

¿Tengo expectativas irreales
de esta relación?

¿Estoy esperando más de lo
que esta persona puede dar?

Escuche, hay personas que
tienen muchísimo para dar.

Saben cómo amar
y saben expresarlo.

Saben cómo ser felices y en paz
y contentos en la vida.

Saben cómo dar de sí mismos.

Y alguna gente no,
no solo no se dan a sí mismas,

sino que no saben cómo hacerlo.

Ni siquiera saben cómo amarlo.

Porque no lo tienen
en su interior.

No tienen la capacidad de amar.

Así que debe hacerse
esta pregunta:

¿Espero más de
lo que pueden dar?

Y si espera más de
lo que pueden dar,

entonces va a tener un problema
en la relación.

Y, si entiende eso, y aun así
fortalece esa relación

solo significa esto:
usted tendrá que dar más.

Tendrá que hacer más,
probablemente tendrá

que perdonar más,
porque aún no están allí.

Pero si valora esa relación,
hará lo necesario para salvarla.

Última pregunta,
hay muchas preguntas,

pero la última que le mencionaré
es solo esta:

¿Son estos sentimientos
de rechazo en mi,

en mi amistad debido a que
él o ella me rechaza

o es porque tengo un pobre
sentido de autoestima

o poca confianza en mí?

No creo que en verdad
que merezca aceptación

y no merezco esa clase
de amistad y no merezco

esa clase de amor.

No merezco este tipo
de relación,

no merezco este tipo
de intimidad.

Y lo que usted hace es sentirse
rechazado no porque

lo hayan rechazado.

Solo no se siente digno de que
alguien derrame amor sobre usted

y lo ame con una abundancia
de amor.

Porque esa es su, es la forma,
ellos saben amar, pero usted no.

Usted puede sanar una relación
dañada si quiere,

si elige hacerlo, si lo intenta,
si es persistente.

Le diré 2 cosas más.

Número 1, después de haberle
dicho a esa persona:

«Me comprometo contigo.

Me comprometo a hacer
las correcciones».

Luego, de vez en cuando
pregúntele: «¿Cómo lo hago?»

Bien, lo que quiere oír es ¿qué?

«Vas fantástico, hombre,
lo haces fantástico».

Supongamos que dicen:
«Vas muy bien».

Es un poco humillante,
pero debe preguntar esto.

Esto es lo que olvidamos.

¿Olvidamos cuál es la meta?

La meta es reparar
esta relación.

Una relación maravillosa
e íntima con alguien.

Es como, es decir, si dicen:
«Bueno, vas mejorando».

«Muchas gracias, dime cómo
puedo mejorar esto un poco más».

¿Sabe qué?

Si quiere salvarla,
puede hacerlo.

Una última cosa
que diré es esto.

Y es muy sencilla,
pero es poderosa.

Asegúrese de captar lo que digo.

El último punto
es sencillamente este.

Pídale a Dios
que le muestre cómo,

escuche, que le muestre cómo
ayudar a su amigo a convertirse

en una persona devota.

Si le pide a Dios que ayude a su
amigo a ser una persona devota,

Dios obrará en su vida
del modo más asombroso,

para ayudarlo a fortalecer,
sanar, recuperar y rescatar

lo que muy probablemente
será una maravillosa,

íntima y amorosa relación que
le alegrará no haber perdido.

No sé dónde está en sus
amistades, pero le digo esto.

Lo que ha oído en este mensaje
puede hacer toda la diferencia

en el mundo.

Si valora las amistades,
y si está dispuesto a perdonarse

y está dispuesto a dar todo
lo que tiene, forjará amistades

y relaciones duraderas, escuche,
no solo las de plata,

sino las de oro.

Es decir, las que atesorará
hasta el día de su muerte.

Padre, gracias por ser
el mejor amigo que tenemos.

Gracias por saber todo sobre
la amistad y porque nos enseñas

cómo ser para otros lo que
necesitan que seamos y lo que

en el proceso podemos ser.

Te pido que el Espíritu Santo le
permita a cada persona que oiga

este mensaje antes de todo,
mirar dentro de sí para ver

¿qué hay en su interior que
pueda ahuyentar a otros?

¿Qué hay en su interior que
atrae a otros hacia ellos?

¿Y cómo pueden ser
el tipo de amigo,

que cada amigo que tengan,
ayude a sus amigos

a ser mejores amigos
del Señor Jesucristo?

Lo pedimos en su nombre, amén.

[música]